Historia completa del nacimiento de NeoGaia

Jhor Barak, NeoGaia

Había un griego multimillonario genio de la Biotecnología llamado Janus que tuvo una epifanía tras una charla con la filósofa confucionista Ho Jiang y ver en directo los terribles estragos de una enorme inundación en Pakistán. Una bióloga investigadora noruega, Laura, que creía en la Teoría Gaia y participó en los estudios sobre el Cambio Climático. Un economista libanés, Halim, descreído del actual sistema capitalista que denunciaba las tramas de los que llamaba «amos de la economía». Un político, Spiro, al que los ideales nacionalistas de su partido, Nueva Nación, empezaban a parecerle insanos e insuficientes. Un millonario norteamericano, Peter, soñaba con cúpulas geodésicas donde construir pequeñas sociedades ideales al estilo de «La Begun». Un agente soviético de seguridad privada, Boris, que tras dar tumbos por varios conflictos internacionales, buscaba un própósito para su vida,. Una joven hacker-activista, 4K, indignada por la inacción gubernamental y postureo ante el Cambio Climático. Y una ecologista islandesa, Annika, cansada de perder pequeñas batallas locales.

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LOS PROLEGÓMENOS

Spiro ocupaba un cargo en Nueva Nación, un partido antisistema griego que aglutina un potpurrí de ideas nacionalistas, populistas, ecologistas y cierto supremacismo.  Spiro no termina de encontrar su sitio, está descontento, descreído, le preocupa el Cambio climático y el Neoliberalismo, mantiene cierta indignación estilo 15M y en lo tocante a sus valores, busca «un centro de gravedad permanente». Comparte apasionados debates con Annika, la activista eco-optimista, es tan despectivo hacia el borreguismo del ‘vulgo’ como hacia la petulancia de los ‘intelectuales’. No es amigo de la Autoridad, odia a los estúpidos e ignorante y defiende cierto Anarco-Cinismo.

Laura trabajaba como investigadora en BioInvest y formaba parte del Grupo Intergubernamental de la ONU que estudia el Cambio Climático, cuyas conclusiones sirvieron para avivar su defensa de la Hipótesis Gaia. Prefiere el contacto con animales que con humanos. Cree que la especie humana ha pasado de ser depredador a ser una plaga. Coincide con Spiro en su admiración por la novela «Los Tres Cuerpos» de Cixin Liu.

Halim era un economista anarco-capitalista crítico con el NeoLiberalismo y la desregulación del sistema financiero, discípulo de Stephen Hessel («¡Indignaos!») admirador de los movimientos ciudadanos y teórico de la Renta Social Básica. Tiene varios libros sobre las entrañas del mercado de valores y los ‘Amos del Mundo’, el Club Bilderberg, odia el populismo de los nuevos megamillonarios y es pesimista sobre las Nuevas Economías, la sostenibilidad y la circularidad. Coincidió en varios encuentros con Janus sobre fiscalidad y el efecto de la globalización sobre los mercados laborales nacionales.

Janus es multimillonario y dueño de una innovadora empresa de biotecnología. Cree que la tecnología puede ser la herramienta para liberar a la humanidad, dotarla de nuevos propósitos y ayudar a satisfacer las nuevas necesidades alimentarias y sanitarias.

Peter es un millonario norteamericano que soñaba con cúpulas geodésicas donde construir pequeñas sociedades ideales al estilo de las novelas de Julio Verne y H.G. Wells.

Boris, es un soldado de fortuna, un operativo de una empresa internacional de seguridad, que tras dar tumbos por varios conflictos internacionales, buscaba un propósito para su vida.

Una joven hacker-activista, 4K, vive indignada por la inacción gubernamental y el postureo ante el Cambio Climático, preocupada por el creciente control por parte de ciertos grupos y corporaciones de todos los datos y movimientos de la población mundial, manipulados a través del consumismo y el marketing.

Annika es una ecologista islandesa famosa en ciertos círculos europeos del activismo animalista y ecologista, cansada de perder una batalla tras otra contra gobiernos y corporaciones, más la incomprensión de gran parte de la población, asimilada con los eslóganes oficiales, a favor de la cual intenta luchar.

HISTORIA

Hace unos pocos años, justo antes de la pandemia del Covid 19, Janus viajaba hacia Singapur para resolver un problema de microchips de una de sus empresas cuando uno de esos fenómenos meteorológicos extremos cada vez más numerosos se cernió sobre Pakistán y causó unas inundaciones tan grandes que dejó a medio país bajo las aguas. Janus tuvo que interrumpir su viaje y pudo ver de primera mano cómo morían miles de personas y millones quedaban sin hogar, aislados y desprotegidos, cómo escaseó el agua dulce y repartir comida o ropa se tornaba imposible. La preocupación por sus microchips, por sus beneficios, desapareció. Aquello le cambió la vida, le hizo replantearse sus prioridades, sus preocupaciones. Tras prolongar su viaje, en China conoció a una mujer, Ho Jiang, de la Universidad de Beijing, cuyas investigaciones tendían puentes entre la filosofía greco-romana, algunos maestros sufíes y los principios de Confucio, el pensador más importante e influyente de la cultura china.

Janus delegó funciones en algunos de los ejecutivos de confianza de su empresa y se tomó un año sabático. Viajó por muchos países y habló con muchas personas: científicos y teóricos de la conspiración, eco-optimistas y colapsistas, economistas y sindicalistas, empresarios y campesinos, sobre todo en relación con el Cambio Climático y las demás catástrofes que la actividad humana estaba causando directa o indirectamente sobre el planeta. Desastres que, a la postre, revertían en daños cada vez más graves para la propia humanidad. Así llegó a conocer a futuros miembros de la camarilla fundacional de NeoGaia. Largas conversaciones con la bióloga Laura sobre el Gran Desastre Global (suma de una docena de daños catastróficos) y la Teoría o Hipótesis Gaia, cientos de cervezas compartidas con el economismo pesimista de Halim y la visión idealizada de Peter en la que la humanidad se refugia en un futuro postapocalíptico en cúpulas geodésicas. Asistió a conferencias de Antonio Turiel, uno de los mayores expertos en el ‘petrocalipsis’.

En pleno conflicto de Yemen conoció a Boris, un soldado profesional que venía algún tiempo comunicándose con un activista y político griego llamado Spiro, sobre democracia real, ideales nacionales, supremacismos, lucha de clases, y los límites del activismo y la violencia, centrado en grandes problemas más allá de la demagogia local. En ese contacto germinó una idea: la necesidad de un Gran Plan más allá de los postureos, de estrategias inspiradas en el marketing, las neurociencias y la inteligencia militar. A integrar sinergias, ideales y conspiraciones ayudó un no por  inesperado menos crucial elemento: la afición por una novela de CF del chino Cixin Liu (recomendable la serie de la tv china, eviten la de Netflix), en la que algunos humanos, desesperanzados de la naturaleza humana, contactan con una especie alienígena (los trisolarianos) que deciden invadir La Tierra huyendo de un planeta hostil. De ese grupo surgirán dos corrientes: unos confían en que su llegada sirva de revulsivo a la humanidad para una reflexión y un gran cambio hacia mejor; el otro grupo apuesta sin más por la extinción del homo sapiens a manos de los trisolarianos. Eso, unido a charlas sobre otras obras de CF como Fundación o Dune, fue el aglutinante de estos primeros pasos de lo que surgiría NeoGaia.

Janus devino el patrocinador económico y promotor de unas primeras reuniones discretas de la que luego se llamaría La Camarilla. Allí estaban Janus, Peter, Spiro, Boris, Halim, Laura, Annika y, en modo remoto, la hacker 4K. Fue Janus quien propuso la realización de un Gran Plan a largo plazo estratificado en diversos frentes (político, jurídico, científico, social…) Fue Laura la que enfocó la lucha en la defensa de Gaia como reivindicación de una Nueva Humanidad en detrimento de la Vieja Humanidad. Fue Boris quien resaltó la importancia de mantener reuniones discretas, de organizar NeoGaia en dos niveles diferenciados: uno público concentrado en actividades a corto plazo y uno secreto destinado a las acciones a largo plazo para la consecución de un Gran Plan que necesitaría al menos una década para ver un efecto significativo. Halim expuso la necesidad de una compleja economía interna y una gran necesidad de dinero, que cubrirían las fortunas de Janus y Peter, además de apostar por un Proyecto de Comunidades Autosuficientes en vez de idílicas cúpulas. Spiro se ofreció a gestionar la organización de todo ello y servir de cara visible en el ámbito público y geopolítico. Boris y 4k explicaron cómo escamotear las acciones internas de miradas indiscretas e investigaciones oficiales gracias a la DeepWeb, a la tecnología Blockchain, a protocolos anónimos, aplicaciones encriptadas, círculos no compartimentados y duplicidad de recursos.

Al margen de la organización propia de NeoGaia en su ámbito público, Janus y Peter pusieron gran parte de su fortuna al servicio del Gran Plan para la defensa de Gaia, para la creación de una Nueva Humanidad en armonía con el planeta y con el resto de flora y fauna. Janus creó Terra Economy para la formación y el desarrollo de comunidades autosuficientes; Agro Terra para proyectos de autoabastecimiento, biotecnología y cooperativismo principalmente en las áreas más desfavorecidas; Terra Water Inc será una de las prioridades a las que dirigir la máxima atención y buscará la obtención de agua potable allí donde escasee, mediante plantas potabilizadoras y desalinizadoras. También se dedicará a la redistribución del agua mediante barcos y cisternas y a la comercialización de botellas de agua en el primer mundo cuyos beneficios ayuden al tercer mundo. El fin último es encontrar una solución biotecnológica sencilla que pueda usarse en comunidades pobres de manera autónoma.

Por su parte, Peter Madsen creó Future Now, para la construcción y desarrollo de infraestructuras para Comunidades Autosuficientes; Geo Surviver, para prepararse ante el Gran Desastre Global; y Skudo (dirigido por Boris), una compañía de seguridad privada dedicada a la formación de supervivencia para el futuro a medio plazo provocado por los estragos del Gran Desastre Global, violencia incluida. Seguridad que será necesaria para los locales y eventos de NeoGaia y las comunidades autosuficientes.

Entre ambos, crearán varias fundaciones, como Eco Terra para un activismo ecologista y concienciación sobre el Gran Desastre, a cargo e Annika, que promueva además una Gran Plataforma Ecologista que se concentre en el Gran Desastre y en pedir medidas centralizadas en eso en vez de seguir micronizando las acciones. Laura será la encargada de dirigir dos centros de investigación: Terra Invest, para la investigación de biotecnología que mitigue los efectos del Gran Desastre, sobre todo la obtención de agua; y Terra Lab, especializada en luchar contra epidemias, mejora de especies agrícolas, modificación genética, acumulación de energía, eficiencia energética.

A día de hoy, NeoGaia dispone de 47 delegaciones en 16 países, para un total de 128.000 socios numerarios, más un número indeterminado de miembros discretos repartidos en 37 países. Tiene 6 proyectos de comunidad autosuficiente en tres continentes diferentes, 96 millones de dólares invertidos en microcréditos, 5 centros de formación, 7 agrupaciones de electores participando en gobiernos locales…