Estamos abocados a un Cataclismo. El Calentamiento Global provoca una subida de la temperatura del planeta, y superado el 1,5 (ya casi estamos) el Clima entrará en una nueva fase irreversible que provocará grandes sequias, numerosos incendios y explosivos fenómenos meteorológicos, lo que a su vez conllevará millones de muertes, migraciones masivas y permanentes conflictos interterritoriales.

Además, hemos diezmado las masas forestales y submarinas, alterando peligrosamente el Ciclo del Agua que constituye el soporte vital para la mayoría de especies. Estamos acabando con la Biodiversidad y ejecutando la Sexta Extinción Masiva (ya hemos exterminado un 60% de las especies del planeta). Estamos envenenando los oceános y los acuíferos.

Tenemos a la vista el agotamiento de los recursos, tanto los energéticos (gas y petróleo, sin que exista ninguna alternativa) como de los que ‘necesitamos’ para nuestra cotidianeidad tecnológica (litio, cobre, cobalto…). El sistema económico basado en un capitalismo inflacionario de crecimiento desmedido empieza a dar síntomas de agotamiento y pronto colapsará.

Y mientras aceleramos hacia el Cataclismo sonreimos bobaliconamente (incluso los científicos, practicantes del avestrucismo, siguen a su puta bola con su cositas de científicos) porque ahora hace ‘mejor tiempo’ y tenemos más ocasiones de tomar nuestra cervecita en la terracita. Y la juventud, en TikTok, inconscientes de la cloaca planetaria en la que les tocará malvivir.

Si en la segunda mitad del siglo XX el promedio del Coeficiente de Inteligencia mundial creció, ahora en el XXI está descendiendo. La Estupidez se extiende como una pandemia mundial. Crecen las pseudociencias, los negacionismos, los populismos políticos (millones de imbéciles eligiendo a líderes que balbucean disparates, Trump, Salvini, Bolsonaro, Milei, Ayuso, Bukele). Se generaliza el fundamentalismo político e intelectual, conformándose con usar sólo unas pocas neuronas. Cada vez da más miedo ver a gente tener las ideas tan claras, tanto que no necesitan desarrollarlas o argumentarlas, y a las que es imposible derrotar en una conversación.

Decía Gore Vidal que la enfermedad que más muertos causó en el siglo XX no fue el cáncer ni el sida sino la Estupidez. Y ahora se está convirtiendo en una Pandemia global.

Yo era sufí, creía en el crecimiento personal, en la Ciencia, en la Literatura, la Música y el Arte, en la espiritualidad personal a través de una ética y filosofía aconfesional. Creía que la Humanidad se divídía en un 10% de personas valiosas, en un 15% de gente malvada y el resto viviamos en una ‘normalidad humana’ (unos más cerca de ser malvados y otros más cerca de ser valiosos).

Asumía personalmente mi ‘normalidad’, y aunque a veces me consideraba perteneciente de ese 10% valioso, básicamente lo que hacía era pensar y actuar para aspirar el merecer la entrada entre la gente valiosa. Todos somos heteronormativos, machistas, racistas, sexistas, clasistas, y un largo etc.: lo que diferencia a los seres humanos es que unos luchamos para no serlo y otros lo niegan o directamente no les importa.

Aspirante a ese 10% valioso, siempre fui algo despectivo hacia la mayoría de mis congéneres, creía que mi ambición personal e intelectual y mis aspiraciones de crecimiento me hacía mejor que la media. Los sufíes lo explican con la metáfora de la escalera: crecer y superarse es como subir los peldaños de una escalera y la mayor parte de la gente se sienta en cada peldaño mirando hacia abajo y maravillándose de ‘lo mucho’ que ha subido. El sufí se sienta de lado, mirando lo que ha subido pero sobre todo hacia lo que le queda de subir; se sabe superior a los que ocupan peldaños inferior pero no le despierta vanidad porque lo que le preocupa es seguir subiendo y alcanzar a los que ocupan peldaños superiores.

Por eso, casi toda mi vida creí que si no fuera por un 10% de la población, la especie humana merecería extinguirse. Había esperanza.

Ahora creo que a pesar de ese 10%, la humanidad merece  extinguirse.

Ya no quiero crecimiento personal. El Homo sapiens es una plaga, un cáncer que le ha salido a ese macroecosistema global llamada Gaia.

No creo que vayamos a extinguirnos sin más, hay un 10% de la población que acaparan casi toda la riqueza, los recursos y el poder que vivirán perfectamente, pero ese 90% que constituye el ganado y la mano de obra va a sufrir duramente. Nos han diagnosticado cáncer y estamos felices tomando ibuprofeno u homeopatía. El Mundo ya no tiene solución. La hostia la tenemos garantizada, con las dudas de de su alcance.

Sólo queda rehuir a los estúpidos y prepararse para el Cataclismo, cultivando el hedonismo y la supervivencia mientras luchamos por preservar nuestra economía personal. ¿Un nuevo concepto de PrePer? Refugiarse en la ‘gente guay’, en la ‘gente cool’, racional y razonable, inteligente, divertida, carente de odios y prejuicios, humildes conocedores de sus sesgos y limitaciones, creativos y artísticos. Gente que merezca la pena, buenos compañeros para el apocalipsis.